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El proyecto está marcado por la imposición de aplicar a la parcela el perfil del edificio colindante, que es el nº 19 de la calle General Concha (con el que comparte la fachada urbana principal), lo que supone la repetición del número total de plantas de este edificio conservando sus alturas parciales y respetando la tipología de cubierta del mismo, que tendrá carácter de envolvente máxima.

Por otro lado, el hecho de tratarse de una parcela en esquina que se enfrenta a dos anchos y tipologías de calle bien distintas también marca el diseño. Se busca el equilibrio entre una fachada urbana que da a una de las arterias principales del ensanche y una fachada más encorsetada a una calle  sin salida que presenta un carácter más secundario. Este juego compositivo permite a su vez definir dos planos de fachada. El primero, más remetido, dialoga con los dos edificios colindantes y el plano de fachada en voladizo hace un gesto a la fuerte presencia del edificio próximo de tipología moderna y fachada de vidrio.

El proyecto aprovecha al máximo la condición exterior del gran desarrollo de fachada de la parcela y soluciona mediante dos patios interiores entorno a sendos núcleos verticales las necesidades de ventilación e iluminación del programa.

Se han buscado la luz, y las vistas como elementos prioritarios a través de una correcta alineación y una sencilla geometría que permite una orientación exterior de al menos dos estancias y un mínimo de superficie común. El resto de estancias dará a uno de los dos patios interiores proyectados consiguiendo una correcta ventilación cruzada en todas las viviendas,